La muerte de un chico a manos de porteros, no debería estancarse en el debate de los porteros de discoteca y afines, ha de extenderse a dos problemas muy arraigados en nuestro país; la chulería de gran parte de los españoles y los celos ciegos y radicales, que lleva a ser más chulesca de los mismos y de más españoles.
Habría que fomentar una forma de relación conyugal más tolerante y cordial, menos machista y endurecer las penas contra la violencia motivada por celos, causada contra otros hombres y chicos.
//el Justiciero2008nv//
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