Salvo los que gozan con ese afán belicista y patriotita de siempre, lo que disfrutan viendo que mucha gente se pudre en su miseria, ó muriéndose por no tener dinero para curarles sus salud, más, los que continúan odiando a los "negros", por ser liberados de su esclavitud en el sigo XIX, por la decisión de uno de sus tan queridos republicanos presidentes. Sin olvidar ese complejo de "Dios", que les lleva a "castigar" con la muerte a quienes han cometido el delito que sea y los enfermos que creen que hay petróleo para siempre y que no causan problemas climáticos y de salud (además de las interminables consecuencias de sus guerras),...
Cada vez hay más gente –incluso, en las propias filas republicanas-, que ven en Obama, la figura del principio del cambio en su país y, por efecto, en el resto del mundo, pues, se empieza a haber un cierto cansancio de lo de siempre, no sólo por la crisis que ha causado el gobierno de Bush, también el capitalismo descontrolado y agresivo, el afán de diferenciarse de los demás, el belicismo, el falso patriotismo (militarista ó armamentista),...
En fin, todo lo ya mencionado en este mismo comentario.
Sin embargo, ese cambio no depende sólo de las decisiones del inminente nuevo presidente (si no hay más sustos e imprevistos...), también depende de que el mismo electorado inicie -sean cuales sean sus dificultades-, un auto-cambio en su modo de vida, de reaccionar y de pensar.
En este país, como en cualquier otro, hay gente con muy buenas ideas y buen corazón, valores estos que no se potencian, porque están siendo eclipsados por las ideas imperantes de siempre, pues, si estos valores se potenciasen acompañando a ese cambio, facilitarían esta labor y comenzarían a notarse en poco tiempo.
Cierto es que nadie es perfecto y el propio Obama puede equivocarse en algo, pero, cierto es también, que por algo se comienza y ha de continuarse, cueste lo que cueste.
--Juancarlos G. E.--
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