Ruidómano ó ruidópata; persona que siente fascinación por el ruido y, sin preocupación a quien pueda molestar, se dedica a producir ruido, aumentando la intensidad y el tiempo en el mismo, para mayor deleite.
A muchas personas no les molesta estas manías, pero a otras muchas, sí y hay que respetarlas. No es justo ni democrático que una parte de la sociedad tenga que sentirse marginada y hasta enfermando, porque a la otra parte le parezca "normal" el ruido, en este caso, de motocicletas y ciclomotores, más aún a sabiendas que los motores pueden suavizar su ruido, además de que no es lógico que la mayoría de sus conductores, se dediquen a jugar con sus vehículos a cualquier hora, a todas horas y en toda calle y lugar habitado y sólo para desplazarse unos pocos metros, que pueden hacerlo a pié ó en bici, como cualquier abuelo ó abuela. Tampoco es natural ó de razón, que se dedique a "probar" sus juguetes, fuera del lugar correspondiente y aunque saben que no tienen problema en su vehículo.
Otros ruidos muy frecuentes, por los que se han quejado y se quejan muchos vecinos, son los griteríos de la gente en la calle y la intensidad de los amplificadores, que reproducen la "música" por la noche. Además de los vecinos indeseables, a los que les importa un bledo, que otros vecinos sean molestados por el ruido, los gritos y las "risas".
Hay mucho que hacer, para hacer cumplir las leyes en materia de ruidos y de desplazamientos de vehículos, tanto más cuanto según en qué lugar, barrio, municipio, nos encontremos. Pues, a veces, nos topamos con lugares dominados por caciques y otras tipologías de gente cancerígena
Caminante del silencio placentero
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Publicado por Juancarlos G.E., para skribante... el 7/01/2008 12:42:00 PM
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